SOBRE LOS LUGARES SEGUROS

Como niños necesitamos de un espacio de seguridad externo. Necesitamos que sean los demás los que nos cuiden y nos protejan de los "peligros de la vida".
El problema es cuando como adultos seguimos buscando refugios fuera de nosotros.
Y claro, con esta expectativa “cuando los demás nos hacen daño”, nos alejamos y vamos en busca de un nuevo lugar de seguridad.
Sin embargo, la vida está en todas partes y si de verdad la queremos disfrutar, es necesario salir afuera y arriesgar. Pasarán cosas, cosas que nos dolerán, golpes, magulladuras, caricias, abrazos, eso es la vida.
Y para poderla disfrutar, la única seguridad que necesitamos es nuestra seguridad interna.
Se trataría de construir un lugar seguro en nuestro interior, un lugar de auto-cuidado.
Construido de amor, respeto y auto-confianza. Un lugar dónde estemos a salvo con nosotros mismos. En el que nos podamos refugiar cuando afuera haya tormenta.
Desde ahí podremos estar seguros con nosotros, con los demás y con la vida.
Independientemente de lo que suceda a nuestro alrededor.
Ana de Ossó
<strong>Terapia Gestalt/Coaching</strong>