SOBRE EL ENOJO

“Mejor no le digo nada, porque como abra la boca se va a liar.” “No merece la pena pasar el mal rato.” “No me gusta perder los papeles.” Convivimos con montones de creencias con tal de evitar la rabia y es que en nuestra sociedad mostrar el enfado no está bien visto.
Si hay un sentimiento que en nuestra cultura se nos ha enseñado a reprimir esa es la rabia. En favor de una sociedad pacífica, nos convertimos en “niños buenos”, dóciles y resentidos, que ante una diferencia con el otro lo que hacemos es retirarnos y negar lo que sea que estamos necesitando. Eso no ayuda en absoluto a nuestra auto-estima y además nos enmascara.
La rabia es una emoción que tiene como finalidad generar una fuerte carga energética para poder retirar “un obstáculo”, el cual nos impide alcanzar lo que deseamos.
Para poder gestionar nuestro enojo y evitar que algo puntual se convierta en “re-sentimiento” (volver a sentir lo mismo una y otra vez), te propongo que te des cuenta de qué es lo que sientes que te están quitando o no te dejan tener. Te des cuenta de si tiene que ver realmente con el otro y si es así, te quedes y lo conquistes.
Con esto te estás dando el mensaje a ti y a los demás de que te importas y te importan y aunque pueda por un momento resultar incómodo, por lo menos es más sincero y verdadero.